La fobia es un miedo exagerado ante alguna situación, cosa o animal. Dicho miedo provoca conductas de evitación que tienen como consecuencia determinadas restricciones en la vida diaria (hacer determinadas cosas, o no hacer otras, para evitar sufrir el miedo). A veces se hace necesario la presencia de una persona o cosa que calme dicho miedo, siendo absolutamente necesaria su presencia para conseguir la tranquilidad.
Se puede tener una fobia ante casi cualquier cosa, pero las más comunes suelen ser:
- Temor a espacios abiertos (agorafobia) o cerrados (claustrofobia).
- Temor a animales: arañas, perros, aves…
- Temor a la oscuridad.
Una fobia suele representar algo que genera preocupación, pero de lo que ni siquiera se es consciente. En muchas ocasiones ni siquiera hay una relación lógica entre la fobia y la preocupación interna (es decir, una fobia a los perros no tiene por qué tener como origen nada que ver con los perros). Sencillamente se coloca en ese estímulo fóbico todo el malestar provocado por otra causa, siendo esta desconocida.
Habría que realizar una evaluación para determinar cuál es el conflicto que está por detrás de dicha fobia, para poder abordarlo con el tratamiento más adecuado.